Flasdance se caracteriza en parte por su montaje. La importancia de la postproducción es máxima, al ser una película que cambia de ritmo continuamente. El juego de planos donde siempre nos aportan algo, aunque no lo parezca, es crucial.
Posee un increíble y marcado ritmo propiciado en su mayoría por las frecuentes secuencias musicales que tiene el film, que ayudan bastante a la consecución de imágenes frenéticas que aveces podemos ver.
En cuanto a los movimientos internos, la cámara juega frecuentemente con movimientos bruscos durante actuaciones, y el uso de travellings en algunas escenas dándole más energía y vida a la secuencia, propiciando una mirada más dinámica.
lunes, 2 de junio de 2008
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